TENEMOS UN MUNDO NUEVO EN NUESTROS
CORAZONES, HAGAMOS QUE REMEZCA LA REALIDAD
El actual gobierno pretende aplicar el Proyecto Minero Conga para la
extracción de oro, plata y cobre en beneficio de Newmont Corporation,
International Finance y Cía. Buenaventura. Este proyecto generará, solo en oro,
13 000 millones de dólares y dejará para el Estado peruano 800 millones
de dólares lo cual servirá para hacer realidad el sueño de la “Gran
Transformación”.
Según la prensa sirviente de las transnacionales, son tres las lagunas
que serán utilizadas para la “minería responsable”: El Perol,
Mala y Laguna Azul. Por su parte los campesinos cajamarquinos afirman que son
más de 13 lagunas, las mismas que nutren a los ríos Azufre y Grande y a decenas
de riachuelos que son fuente de vida de más de 38 comunidades campesinas
dedicadas a la actividad agropecuaria de los distritos de La Encañada, Huasmín
y Sorochuco.
Para hacer viable este proyecto el cachaco del imperialismo, Ollanta
Humala, está utilizando las diversas instituciones del viejo Estado Peruano: las
Fuerzas Armadas, brindando seguridad a la empresa Yanacocha y reprimiendo a
los campesinos; el Poder Legislativo, sembrando la
ilusión de una Ley de Consulta Previa; el Poder judicial,
denunciando y deteniendo a los dirigentes sociales; el Poder
Ejecutivo, instalando “mesas de negociación” y decretando
Estado de Emergencia yel gobierno regional, declarando a dicho proyecto
como INVIABLE por falta de “estudios medioambientales” con el
fin de desviar y apaciguar la lucha del pueblo cajamarquino.
Los representantes del viejo Estado peruano, partidos políticos de“derecha” y ONGs,
coinciden que este es un problema “medio ambiental”, y que se puede
llegar a una solución buscando una “minería responsable” que
realice “estudios serios” sobre el “impacto ambiental”,
para ello exigen “mesas de negociación”. Por otro lado, los
partidos y organizaciones de “izquierda legal”, consideran que
este es un problema del actual modelo económico neoliberal implantado por el
fujimontesinismo; y como solución plantean el cambio de Constitución
Política, o el regreso a la del 79.
Consideramos que el problema que viene atravesando el pueblo
cajamarquino tiene su raíz en primer lugar, en el régimen de
la propiedad de la tierra; ya que según la Constitución Política vigente
(después de varios cambios jurídicos a lo largo de nuestra vida republicana)
los minerales son de propiedad de la Nación y el encargado de administrarlo es
el viejo Estado peruano: aparato controlado por la gran burguesía peruana.
Podemos apreciar entonces que en última instancia el propietario de los minerales
y demás recursos del subsuelo es la gran burguesía, y que a través del viejo
Estado peruano lo pone al servicio de sus propios intereses (Cía. de Minas
Buenaventura) y del imperialismo (Newmont Corporation y Internacional Finance
Corporation). En segundo lugar en el carácter
semicolonial de nuestra sociedad, ya que el proceso económico del Perú cada vez
es más controlado por empresas imperialistas que chupan la sangre a nuestro
pueblo, y organismos internacionales como el FMI, BM y OMC, que imponen sus
políticas económicas. Actualmente esta situación intenta ser legitimada por el
actual gobierno con el cuento de la “inclusión”, aduciendo que la minería es
palanca para nuestro desarrollo, para ello muestra cifras que no se corroboran
con la realidad. Por otro lado los partidos de “izquierda legal” como
siempre colgándose de la inconformidad de los campesinos, dicen que Ollanta ha
sido secuestrado por la “derecha”, le reclaman que retome el
camino“progresista” y siembran ilusiones con sus famosas“reivindicaciones”(reformismo
puro): defensa del Estado de Derecho, Asamblea Constituyente, justamente
apuntando a que todo siga igual y colaborando eficazmente con la clase
dominante, intentando tapar la crisis en la que se pudre cada vez más este
viejo Estado desprestigiado hasta la saciedad ante el pueblo.
Pese a las bombas, balas, cachiporras y al mismo Estado de Emergencia,
el pueblo cajamarquino no ha bajado su puño ni un solo segundo; por
el contrario, miles de campesinos armados de palos, piedras y huaracas han
cercado en el campo las instalaciones de Yanacocha; por su parte en la ciudad,
los comerciantes, obreros, amas de casa, empleados y estudiantes han salido a
las calles a gritar a viva voz: ¡NO A LA MINERÍA!.
La lucha que actualmente afronta el pueblo de Cajamarca es parte del
gran torrente de la creciente protesta popular que agudiza la destrucción del
Capitalismo Burocrático. El año pasado los pueblos de Arequipa, Ancash,
Andahuaylas y Puno, emprendieron masivas jornadas de lucha contra las mineras “chupasangres”,
adquiriendo un marcado carácter antiimperialista. A pesar de las marchas de
sacrifico, plantones, “mesas de negociación” y demás medidas
pacifistas, el gobierno continuó aplicando sus planes proimperialistas; solo
fue frenado cuando el pueblo organizado realizó acciones contundentes como
bloqueo de carreteras, enfrentamientos directos o apedreamiento a
instituciones del viejo Estado.
¡ VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO CAJAMARQUINO!
¡ ABAJO LAS POLÍTICAS PROIMPERIALISTAS DEL ESTADO Y SU REPRESENTANTE EL
FASCISTA Y GENOCIDA OLLANTA HUMALA!
¡ ABAJO LOS SECTORES OPORTUNISTAS, CLAUDICANTES Y BUROCRÁTICOS, QUE
SIEMBRAN FALSAS ESPERANZAS EN EL PUEBLO!
¡ DESARROLLEMOS LA CRECIENTE PROTESTA POPULAR COMO TAREA INMEDIATA PARA
GENERAR CONDICIONES PARA LA GRAN Y VERDADERA TRANSFORMACIÓN DEL PERÚ!
MOVIMIENTO
DE ESTUDIANTES DEMOCRÁTICOS