jueves, 9 de febrero de 2012


TENEMOS UN MUNDO NUEVO EN NUESTROS CORAZONES, HAGAMOS QUE REMEZCA LA REALIDAD

El actual gobierno pretende aplicar el Proyecto Minero Conga para la extracción de oro, plata y cobre en beneficio de Newmont Corporation, International Finance y Cía. Buenaventura. Este proyecto generará, solo en oro, 13 000 millones de dólares y dejará para el Estado peruano 800  millones de dólares lo cual servirá para hacer realidad el sueño de la “Gran Transformación”.
Según la prensa sirviente de las transnacionales, son tres las lagunas que serán utilizadas para la “minería responsable”: El Perol, Mala y Laguna Azul. Por su parte los campesinos cajamarquinos afirman que son más de 13 lagunas, las mismas que nutren a los ríos Azufre y Grande y a decenas de riachuelos que son fuente de vida de más de 38 comunidades campesinas dedicadas a la actividad agropecuaria de los distritos de La Encañada, Huasmín y Sorochuco.
Para hacer viable este proyecto el cachaco del imperialismo, Ollanta Humala, está utilizando las diversas instituciones del viejo Estado Peruano: las Fuerzas Armadas, brindando seguridad a la empresa Yanacocha y reprimiendo a los campesinos; el Poder Legislativo, sembrando la ilusión de una Ley de Consulta Previa; el Poder judicial, denunciando y deteniendo a los dirigentes sociales; el Poder Ejecutivo, instalando “mesas de negociación” y decretando Estado de Emergencia yel gobierno regional, declarando a dicho proyecto como INVIABLE por falta de “estudios medioambientales” con el fin de desviar y apaciguar la lucha del pueblo cajamarquino.
Los representantes del viejo Estado peruano, partidos políticos de“derecha” y  ONGs, coinciden que este es un problema “medio ambiental”, y que se puede llegar a una solución buscando una “minería responsable” que realice “estudios serios” sobre el “impacto ambiental”, para ello exigen “mesas de negociación”. Por otro lado, los partidos y organizaciones de “izquierda legal”, consideran que este es un problema del actual modelo económico neoliberal implantado por el fujimontesinismo; y como solución plantean  el cambio de Constitución Política, o el regreso a la del 79.
Consideramos que el problema que viene atravesando el pueblo cajamarquino tiene su raíz en primer lugar, en el régimen de la propiedad de la tierra; ya que según la Constitución Política vigente (después de varios cambios jurídicos a lo largo de nuestra vida republicana) los minerales son de propiedad de la Nación y el encargado de administrarlo es el viejo Estado peruano: aparato controlado por la gran burguesía peruana. Podemos apreciar entonces que en última instancia el propietario de los minerales y demás recursos del subsuelo es la gran burguesía, y que a través del viejo Estado peruano lo pone al servicio de sus propios intereses (Cía. de Minas Buenaventura) y del imperialismo (Newmont Corporation y Internacional Finance Corporation).  En segundo lugar en el carácter semicolonial de nuestra sociedad, ya que el proceso económico del Perú cada vez es más controlado por empresas imperialistas que chupan la sangre a nuestro pueblo, y organismos internacionales como el FMI, BM y OMC, que imponen sus políticas económicas. Actualmente esta situación intenta ser legitimada por el actual gobierno con el cuento de la “inclusión”, aduciendo que la minería es palanca para nuestro desarrollo, para ello muestra cifras que no se corroboran con la realidad. Por otro lado los partidos de “izquierda legal” como siempre colgándose de la inconformidad de los campesinos, dicen que Ollanta ha sido secuestrado por la “derecha”, le reclaman que retome el camino“progresista” y siembran ilusiones con sus famosas“reivindicaciones”(reformismo puro): defensa del Estado de Derecho, Asamblea Constituyente, justamente apuntando a que todo siga igual y colaborando eficazmente con la clase dominante, intentando tapar la crisis en la que se pudre cada vez más este viejo Estado desprestigiado hasta la saciedad ante el pueblo.

Pese a las bombas, balas, cachiporras y al mismo Estado de Emergencia, el pueblo cajamarquino  no ha bajado su puño ni un solo segundo; por el contrario, miles de campesinos armados de palos, piedras y huaracas han cercado en el campo las instalaciones de Yanacocha; por su parte en la ciudad, los comerciantes, obreros, amas de casa, empleados y estudiantes han salido a las calles a gritar a viva voz: ¡NO A LA MINERÍA!.
La lucha que actualmente afronta el pueblo de Cajamarca es parte del gran torrente de la creciente protesta popular que agudiza la destrucción del Capitalismo Burocrático. El año pasado los pueblos de Arequipa, Ancash, Andahuaylas y Puno, emprendieron masivas jornadas de lucha contra las mineras “chupasangres”, adquiriendo un marcado carácter antiimperialista. A pesar de las marchas de sacrifico, plantones, “mesas de negociación” y demás medidas pacifistas, el gobierno continuó aplicando sus planes proimperialistas; solo fue frenado cuando el pueblo organizado realizó acciones contundentes como bloqueo de carreteras, enfrentamientos directos o apedreamiento a instituciones del viejo Estado.

¡ VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO CAJAMARQUINO!
¡ ABAJO LAS POLÍTICAS PROIMPERIALISTAS DEL ESTADO Y SU REPRESENTANTE EL FASCISTA Y GENOCIDA OLLANTA HUMALA!
¡ ABAJO LOS SECTORES OPORTUNISTAS, CLAUDICANTES Y BUROCRÁTICOS, QUE SIEMBRAN FALSAS ESPERANZAS EN EL PUEBLO!
¡ DESARROLLEMOS LA CRECIENTE PROTESTA POPULAR COMO TAREA INMEDIATA PARA GENERAR CONDICIONES PARA LA GRAN Y VERDADERA TRANSFORMACIÓN DEL PERÚ!

MOVIMIENTO DE ESTUDIANTES DEMOCRÁTICOS