martes, 31 de octubre de 2017

VIVA EL CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE DE OCTUBRE. Tercera parte

Tercera Parte
CONSTRUCCIÓN DE UN DESTACAMENTO DE VANGUARDIA Y EL ENSAYO DE LA REVOLUCIÓN DE 1905



El proceso de la revolución rusa indefectiblemente se halla relacionado a la actividad revolucionaria de Vladimir Ilich Ulianov. Resaltamos a Lenin, no por un “culto  a la personalidad”; sino por su condición de jefe de la revolución. Él mismo sostenía que en todo proceso revolucionario las masas generan un conjunto de jefes encargados de dirigir la revolución.   Estos jefes son las personalidades que mejor comprenden las leyes que rigen  la lucha de clases y en base a ello definen  las tácticas más acertadas en los distintas etapas dela revolución. 
A diferencia de los países europeos en Rusia existían problemas propios de una sociedad atrasada con fuertes rezagos feudales y en una etapa avanzada del capitalismo. Marx y Engels no alcanzaron a estudiar profundamente estos problemas, dicha tarea corresponderá a la genialidad del gran Lenin, quien los resolverá a la luz del materialismo dialectico.
La sensibilidad revolucionaria de Lenin fue influido por su hermano Alejandro, quien fue sentenciado a muerte al intentar asesinar al zar. Su actividad política inicia en los claustros universitarios, de donde fue expulsado por luchar en defensa de los derechos estudiantiles. Posteriormente se traslada a Petersburgo y funda, junto a otros grupos marxistas, la UNION  DE LUCHA POR LA EMANCIPACION DE LA CLASE OBRERA e inicia la agitación en el movimiento obrero; en respuesta el zarismo lo encarcela y luego lo confina en Siberia. En su reclusión impulsa una producción teórica orientada a destruir las tendencia “populistas” y a planificar la construcción de un partido proletario con la clara tarea de conquistar el poder político a través de la violencia revolucionaria e instaurar la dictadura del proletariado. En ¿QUIÉNES SON LOS “AMIGOS DEL PUEBLO” Y CÓMO LUCHAN CONTRA LOS SOCIALDEMÓCRATAS? Lenin destruye las posiciones del populismo y los remata con su famoso libro EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN RUSIA.
 Ya en libertad, parte a Ginebra y se reúne  con Plejanov y le expone el plan de construcción del Partido, este último acepta sin mayores reparos. A iniciativa de Lenin se funda el periódico Iskra (chispa) para unificar ideológica, política y orgánicamente  a todo el partido en torno a él. En esta época para esclarecer el plan de construcción del partido y barrer las posturas economicistas, publica el ¿Qué HACER?; en este libro lanza furibundos ataques a los métodos artesanos de trabajo y propone la educación política y fundamenta la necesidad de  construcción de un destacamento de vanguardia. Tras cumplir la labor de esclarecimiento ideológico y barrer en cierto grado la dispersión ideológica se convoca al Segundo Congreso del Partido Obrero Social Demócrata de Rusia, en donde la posición bolchevique se plasma en el programa; así mismo surge la divergencia con los mencheviques, quienes proponían un partido amorfo y sin disciplina, distinta a la posición leninista que proponía un partido altamente centralizado y con una férrea disciplina. Lamentablemente la posición de Lenin no queda en los acuerdos; no contento con ello publica el folleto UN PASO ADELANTE, DOS PASOS ATRÁS en donde fundamentara brillantemente el tipo de partido que necesita el proletariado para tomar el poder e instaurar su dictadura.

 Para 1905 las contradicciones del sistema capitalista en Rusia se acentúan y junto a éste el auge revolucionario. En este contexto Lenin, a la luz del marxismo elabora la táctica que debe seguir el proletariado, en este caso impulsar consecuentemente la revolución democrático burguesa dirigido por el proletariado, impulsar la insurrección armada para derribar al zarismo, implantar un gobierno provisional y  convocar a una asamblea constituyente. Esta postura fue fundamentada en su famoso libro LAS DOS TACTICAS DE LA SOCIALDEMOCRACIA. Contrariamente los mencheviques sostenían que la dirección de la revolución debe caer en manos de la burguesía, llamar a la insurrección armada  podría asustarla y frenaría la revolución; el proletariado debe descartar la alianza con los campesinos y más debería acercarse a la burguesía. Cabe señalar que en este proceso a iniciativa de las masas trabajadoras surge el soviet como germen del nuevo poder, que será la base sobre la cual se erigió el socialismo.  

Tras el fracaso de la revolución de 1905 y el inicio de la ofensiva contrarrevolucionaria, Lenin propone para mantener la unidad del partido y la vinculación con las masas, la táctica de combinar el trabajo legal con el trabajo clandestino. En este contexto desenvolvió una dura lucha contra los liquidacionistas mencheviques que pretendían poner fin al partido, su programa y consignas; así mismo los golpes de Lenin también se dirigieron contra los otsovistas, quienes negaban toda participación de la socialdemocracia en los espacios legales. El auge de la reacción zarista también afecto en los intelectuales burgueses y pequeño burgueses, quienes llenos de pesimismo se refugiaron en las tendencias filosóficas del idealismo reaccionario. La pluma de Lenin no fue condescendiente con ellos y sus posiciones fueron pulverizadas en su famoso libro MATERIALISMO Y EMPIRIOCRITICISMO. 

jueves, 26 de octubre de 2017

VIVA EL CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE DE OCTUBRE. Segunda Parte

Segunda Parte:
SITUACIÓN DEL MUNDO  Y DE RUSIA PREVIO AL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE




El imperialismo surgió a finales del siglo XIX cuando la producción capitalista llegó a su máximo auge producto de la libre concurrencia. La gran producción desenvuelta entre las décadas de 1860 y 1880 generó un alto grado de concentración en las distintas ramas de la economía, para seguir el curso normal de la producción surgieron inevitablemente las asociaciones monopolistas. De este proceso no escaparon los bancos y como resultado se erigieron bancos “monopolistas omnipotentes” que  pusieron a los pequeños bajo su influencia directa e indirecta. Para sostener la gran producción los industriales recurrieron a los grandes bancos y a la vez éstos buscaron invertir directamente en actividades productivas. En tal sentido el capital industrial se fusionó con el capital bancario y engendraron el capital financiero; esto llevó al surgimiento de una oligarquía financiera en los países desarrollados que pasó a controlar la producción y el capital monetario  de bancos e industrias de todo el globo. El alto grado de producción en los países desarrollados produjo un enorme “exceso de capital” que será importado a los países atrasados. De ese modo la oligarquía financiera llevó al  reparto del mundo y como resultado  surgió la contradicción entre naciones opresoras y naciones oprimidas. Sobre la base del reparto económico del mundo se establece la relación entre estados y la formación de bloques políticos militares.  Para 1914 las distintas potencias agrupadas en la entente y la triple alianza, tras años de pugnas inter imperialistas, desencadenaron la Gran Guerra por  un nuevo reparto del mundo. Estos choques violentos  fueron aprovechados por el proletariado para consolidar sus fuerzas en el movimiento revolucionario.  Así mismo las masas extenuadas con la guerra no vieron más salida que impulsar acciones violentas como las huelgas, generándose de ese modo una situación revolucionaria que posteriormente se cristalizará en insurrección armada.
Hasta 1860 en Rusia no existía un desarrollo acelerado del capitalismo debido a las fuertes ataduras feudales. Tras la guerra de Crimea, ante el temor de un levantamiento campesino, el zarismo implementa un conjunto de medidas para poner fin a la servidumbre; a partir de ese momento el capitalismo se expande en las distintas ramas de la economía. En el campo los terratenientes aprovecharon para arrebatar las tierras a las comunidades.  La mayor parte de los campesinos se vieron obligados a rentar las tierras a cambio de dinero, especies o trabajo. Otra parte de campesinos se trasladaron a las ciudades para emplearse en la industria. Los campesinos se vieron también obligados a trabajar en las haciendas de los campesinos ricos o kulaks por salarios ínfimos, formando de ese modo en grueso sector de semiproletarios. En los grandes centros industriales la clase obrera desenvolvía jornadas de 12 a 14 horas con salarios reducidos; en el caso de las mujeres y niños, que desenvolvían las mismas tareas y en la misma jornada, sus salarios eran mucho más irrisorios;  fuera del trabajo habitaban barrios sin servicios básicos y en habitaciones reducidas.  El zarismo no permitía la organización de los trabajadores ni mucho menos reconocía los mínimos derechos políticos. Asimismo aplicaba la política de rusificación contra las nacionalidades que habitaban el vasto territorio.


En la década del 90 miles de obreros impulsan huelgas contra las condiciones económicas y por sus derechos políticos. En el campo miles de campesinos toman las tierras  y queman las haciendas, a este descontento se sumaron sectores liberales organizados en los zemstovs. Los romanov lejos de solucionar los problemas candentes de las clases populares arrastraron a éstas a la guerra de rapiña contra el Japón. En las fábricas la jornada de trabajo se hizo extenuante, la carestía de alimentos se incrementó y junto a ella la especulación. Por su parte los campesinos sufrían directamente los estragos de la guerra no solo por la carestía, sino sobre todo por la pérdida de sus hijos en el frente militar. Las huelgas y manifestaciones se elevaron al máximo y para 1905 estas acciones se convertirán en insurrección armada. Lenin se referirá a esta revolución como el “ensayo general”, pasado este proceso las contradicciones sociales no se extinguieron, por el contrario se acentuaron aún más generándose las condiciones propicias para el triunfo de la revolución de octubre de 1917.

VIVA EL CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE DE OCTUBRE. Primera Parte



PRIMERA PARTE:
LUCHA DEL PROLETARIADO INTERNACIONAL PREVIO A LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE
En el presente año las distintas organizaciones políticas de izquierda y revolucionarias vienen celebrando de distintas formas el centenario de la revolución bolcheviqe; en estas celebraciones las posiciones y criterios oportunistas olvidan, muchas veces conscientemente, los aspectos fundamentales de dicho proceso. De ese modo la revolución proletaria de octubre lo reivindican como un hecho inofensivo o lo muestran  como un interludio de la historia del sistema capitalista. Desde nuestra perspectiva consideramos que en el actual contexto debemos resaltar cuatro puntos importantes de la Revolución Rusa: primero fue dirigido por un partido comunista pertrechado de la teoría marxista, en segundo lugar el triunfo no fue posible sin la aplicación de la violencia revolucionaria, en tercer lugar la construcción del socialismo fue posible por la aplicación de la dictadura del proletariado y finalmente los aportes teóricos de Lenin se desarrolló en medio de la lucha contra el revisionismo. Destacamos estos puntos dado que hoy en día el revisionismo busca acomodar el marxismo a los cánones que la burguesía y la reacción establecen, y para ello niegan
arteramente dichos aspectos.
El 25 de octubre de 1917 el Partido bolchevique abrió una nueva era en la historia universal. Tras varios intentos fallidos, por vez primera la clase obrera conducido por su vanguardia y en medio de la violencia revolucionaria, capturó el poder e instauró la dictadura del proletariado.    El triunfo de la  revolución bolchevique no fue el resultado del azar o de la voluntad de determinados individuos, como pretende hacer creer la historiografía burguesa; sino fue el resultado de distintas condiciones económicas, sociales, políticas e ideológicas que hallaron convergencia en la Rusia zarista de 1917.
Las condiciones históricas de Rusia y el mundo entero de aquel momento  brindaron problemas nuevos y complejos que Marx y Engels desconocieron, en ese sentido la genialidad de Lenin resolverá dichos problemas  de ahí que el marxismo entrará a una nueva fase: al marxismo-leninismo. En tal sentido con el triunfo de la revolución rusa se abre una nueva era en la cual los pueblos del mundo abrazaron el arma del marxismo-leninismo en la lucha por su liberación, como bien lo explicó Mao Tse Tung en el caso de China: “Las salvas de los cañones de la Revolución de Octubre nos trajeron el marxismo-leninismo”.
 La revolución bolchevique es parte de la lucha del proletariado por conquistar el poder político, instaurar su dictadura y construir el socialismo  en toda la faz de la tierra. La lucha del proletariado por destruir el sistema capitalista se desarrolló de lo simple a lo complejo, con avances y retrocesos, periodos de ofensivas y defensivas, con victorias y derrotas; pero siempre acumulando un arsenal de experiencias que sirvieron y sirven al proletariado. Así mismo  en cada etapa de la lucha  el proletariado no solo atacó a la burguesía; sino también a todas las tendencias oportunistas y revisionistas.
Los inicios más remotos de la lucha del proletariado  se hallan en las acciones del movimiento “ludita” en Inglaterra. En este mismo país años después desencadenaron las acciones de los  “cartistas” por el  reconocimiento político, en esta lucha el proletariado fue duramente aplastado por la traición de la burguesía.  Tras este fracaso el centro de la revolución mundial se trasladó a Francia de 1848 en donde los obreros lucharon codo a codo con la burguesía por reivindicaciones políticas  que en última instancia beneficiaron únicamente a ésta; por su parte el proletariado será duramente reprimido al intentar saltar los márgenes impuestos por el estado burgués.  Los golpes sufridos harán comprender al proletariado la necesidad de formar una organización independiente de la burguesía con sus propias reivindicaciones y sobre todo la importancia de destruir la maquinaria estatal de la burguesía para defender plenamente sus intereses. En este mismo año Marx publica el programa general de los comunistas: el MANIFIESTO COMUNISTA.  Tras estos hechos inicia un periodo de descenso en el movimiento revolucionario, el proletariado lejos de abandonar sus metas impulsa un conjunto de actividades que corresponden al momento político. En este periodo tanto Marx como Engels desenvolverán una labor política y teórica para armar al proletariado, en 1864 fundan la Asociación Internacional  de los Trabajadores (Primera Internacional) y en 1867 Marx publica EL CAPITAL, con esta obra dota al proletariado de un arma teórica invaluable y aplasta a las teorías burguesas que sostenían la invencibilidad del capitalismo. 
En 1871, en el contexto de la guerra franco-prusiana, nuevamente el proletariado francés impulsa una insurrección  contra el orden capitalista pero esta vez con una mejor preparación teórica y política suministrada por la Internacional Comunista; tras meses de resistencia la Comuna de Paris será aplastada por la reacción burguesa. El proletariado había intentado por primera vez aplicar la dictadura del proletariado e instaurar un nuevo poder, distinto al orden burgués. De esta lucha el proletariado obtiene muchas  experiencias, entre ellas, comprende que para luchar debe estructurar dos aparatos orgánicos con distintas tareas,  por un lado el sindicato para la lucha económica y por otro el partido para la lucha  política. Tras la experiencia de la Comuna de Paris inicia un periodo de descenso en el movimiento revolucionario internacional, el proletariado en este periodo desenvolverá una serie de acciones encaminadas a acumular fuerzas para  volver a lanzarse al ataque.
En medio del periodo de ofensiva contrarrevolucionaria el proletariado alemán, tras años de intensa lucha, logra formar el Partido Socialdemócrata en 1875; la burguesía consciente del peligro que le aqueja emite la Ley de Excepción  contra los socialistas. El proletariado aprenderá la importancia de conjugar la actividad legal con la ilegal. En la década del 80 brotan una gran cantidad de partidos marxistas en toda Europa, ello llevó a los jefes del proletariado a constituir la II Internacional. Hasta antes de la muerte de Engels  esta organización encabezará las luchas por la jornada de las ocho horas y definirá la táctica parlamentaria.

Podemos apreciar que  las luchas del proletariado desenvueltas a  lo largo del siglo XIX fueron la fuente de experiencia de la cual bebieron los bolcheviques  para conquistar el poder político por medio de la violencia revolucionaria e instaurar la dictadura del proletariado.